En este texto reflexionamos sobre las prácticas de inscripción y borramiento generadas a raíz del estallido social de octubre de 2019 en Chile. Partiendo de la idea de que ellas dan luces acerca de las formas de relacionarse de modo corporal y sensible con y en la ciudad, nos interesa mostrar la relevancia que ambas poseen en tanto herramientas de producción del territorio y de disputa por el significado de los lugares. A través del contrapunto entre los rasgos detectados en las prácticas de inscripción gráfica y sus antagónicas prácticas de borramiento buscamos probar la plausibilidad de un abordaje analítico que las entienda formando parte de dispositivos. Para ello entregamos ejemplos concretos generados mediante revisión de prensa de casos emblemáticos ocurridos en la ciudad de Santiago. Lo anterior permite captar su incidencia sobre el modo de vincularnos sensorial y corporalmente con el espacio urbano, así como entender mejor las nuevas territorialidades que genera la protesta.